El Semi vuelve a ganar con otra reacción en la segunda parte

Como ya hiciera en Tudela, cuando aseguró el triunfo en una reacción postrera en el último cuarto del encuentro, otra vez el Rugby Tarazona se llevó una victoria gracias a su reacción en la segunda mitad, cuando el partido ya parecía lejos de su alcance. El Ejea se había ido al descanso con una renta tan nítida (0-19) que no para contarlo no hace falta dar demasiadas explicaciones: el Semi, por resumir, no estuvo sobre el campo en el primer periodo. Después del intermedio, sin embargo, fue capaz de anotar 26 puntos sin respuesta y acabar llevándose un triunfo impensado tal y como se había desarrollado el encuentro en los primeros 40 minutos.

Al equipo le está costando entrar en los partidos. Se trata de una tendencia que ha acusado ya varias veces a lo largo de la temporada y que le ha supuesto ir a remolque en los últimos partidos: frente al Ibero, en una primera mitad muy poco fina por parte de ninguno de los dos; en Tudela, donde no puso de su lado el encuentro hasta pasada la hora de juego, y se llevó un triunfo ajustadísimo; y ayer en su regreso al campo del Seminario de Tarazona, donde jugó una primera mitad que compendió un amplio catálogo de problemas: escasa actitud defensiva, pocos apoyos cuando el equipo tenía la pelota y ningún ritmo de juego.

Frente a ese letargo, el Ejea mostró un buen rugby, con posesiones en las que su idea siempre fue generar balones rápidos y llevar el juego a los costados del campo. Un dinamismo que hizo sucumbir cualquier posibilidad de establecer un mínimo control del choque por parte de los locales: tres ensayos encajados en ese primer periodo llevaron el marcador hasta un 0-19 que castigaba la tarde de ausencia del equipo de Joao Henriques.

Ejea había juntado un buen botín de puntos y nada hacía presagiar el vuelco tan radical que iba a dar el partido en el segundo tiempo. El Semi, eso sí, agitó el árbol y movió el equipo con cambios que buscaban una reacción, algo distinto a lo que se había visto en el primer periodo. Y las variaciones dieron resultados. El equipo tomó aire la insufló en el juego. Para empezar, recuperó la pelota. Y la pelota, en el rugby, define la iniciativa y el ritmo del choque. Subió su velocidad de juego y empezó a generar ataques mejor estructurados. A partir de esas mejoras, el Tarazona se puso en disposición al menos de discutir el encuentro.

El Ejea bajó sus prestaciones mientras el Semi las elevaba, y el encuentro quedó completamente redefinido. Una explosión de puntos, con cuatro ensayos en 25 minutos, le dio la vuelta al marcador de forma espectacular y dejó el sorprendente 26-19 final. Un triunfo que deja el balance de lo que va de temporada en 3-1 y que aproxima a los curas al objetivo de meterse entre los cuatro primeros de la liga en esta primera fase.